Hace no mucho, pensando en mi círculo de amigos homosexuales, llegué a la conclusión que casi todos de una u otra forma somos huérfanos de padre y entre más me conozco y conozco de estas personas me doy cuenta que hay una especie de patrón, una vivencia común que no deja de causarme curiosidad.
Empecemos por mí, Andrés. Mi padre se ausentaba frecuentemente de la casa por motivos de trabajo y en las noches casi siempre estaba involucrado en actividades extras. Murió cuando yo tenía siete años lo que oficialmente me permite llevar el titulo de huérfano de padre hasta el día de hoy, a diferencia de los otros casos en los cuales sus padres aún respiran.
En el caso de David su padre también estaba ausente en su casa por motivos de trabajo. Tenía que trabajar mucho. Tanto como para sostener a dos familias pues mantenía una relación con otra mujer y tenía otros hijos. Finalmente vino una crisis económica, perdieron casi todo, se descubrió el engaño y desde ese momento, para David, la imagen de su padre cambió.
Alex vivía en el campo. Su padre era un próspero hacendado y no le faltaba nada. Mientras crecía veía como su padre golpeaba y abusaba de su mamá y también sabía que no era suficientemente grande como para defenderla. Después llegó la violencia y les quitó todo y aunque su padre aun vive, no hace parte de la vida de Alex.
Desde pequeño Juan vio que ni él ni sus hermanos estaban en la parte más alta de la lista de afectos de su padre para quien, toda su vida, su mayor preocupación ha sido su finca y todo lo demás en torno a ella, las vacas, el abono, los químicos. Su padre ayudo a engendrar cuatro hijos pero en esa casa fue su madre, sola, la que crió a los cinco niños. Juan no ha podido ver el padre que siempre quiso.
Y si sigo pensando en los amigos o conocidos homosexuales sigo encontrando esta coincidencia. Como todo en la vida, no se puede generalizar. Por ejemplo tengo un primo que terminó siendo lo que mi mamá llamaría 'normal.' Está casado y es padre de dos hijos a pesar de que tuvo una infancia dura que incluye trabajar sin estudiar, que su padre lo abusaba y que finalmente los abandonara.
Me quedan dudas con esta coincidencia entre la orfandad de padre y la homosexualidad y sé que no puedo responderlas por el simple hecho de que me faltaron más o menos cinco años de sicología y otros tantos de especialización pero si puedo plantear preguntas como: ¿Será que somos homosexuales porque no pudimos asumir una imagen masculina positiva? o ¿Asumimos la imagen femenina en solidaridad con la madre? o ¿Seguimos buscando el afecto de un hombre que no encontramos en nuestro padre?
Me gustaría bastante oír sus opiniones o si tienen la respuesta, mucho mejor.
Se cuidan
Andrés.
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